Lo explícito en la lectura: caracterización de personajes, ambientes y acciones


La caracterización de los personajes, los ambientes y las acciones en una lectura, consiste en todos los recursos que utiliza el autor para que podamos imaginarnos una historia.
La capacidad de identificar estos elementos nos permite comprender un poco mejor lo narrado y acércanos a una la posibilidad de hacer una lectura crítica.

Caracterización de personajes

Se logra a partir de:
  1. Secuencias descriptivas:  física (prosopografía), psicológica (etopeya), integral (retrato: prosopografía y etopeya) y la caricatura (exageración de rasgos físicos y psicológicos, generalmente negativos).
  2. La motivación de los personajes (clasificación de los personajes según su participación en la narración, no confundir con sus deseos o necesidades específicas en la historia.






Caracterización del ambiente

El ambiente que envuelve a los personajes se divide en tres aspectos: físico o espacio, psicológico y social; para caracterizar cada uno de ellos, el autor recurre a los adjetivos y a los adverbios.



En una narración el espacio y el tiempo están muy relacionados. El espacio objetiva al tiempo hasta el extremo de que pensamos el tiempo como un espacio, pues sólo localizándolo tomamos conciencia de él. 
La situación discursiva de la narración necesita uno o varios lugares, cuya presencia en el texto da veracidad al relato, sitúa a los personajes, proporciona efectos simbólicos o se erige, incluso, en verdadero protagonista, es decir, que si no se adecuara el tiempo la historia no tendría sentido.

Analizar el ambiente de la historia es fundamental, porque nos permite entender mejor la manera de actuar de los personajes, así como, las cosas a las que el autor desea que les pongamos mayor atención para entender lo implícito.


Caracterización de las acciones

Ente las principales formas en que el autor nos muestra los hechos relevantes de la historia se encuentran:


  1. El tipo de narrador
  2. El manejo del tiempo






El tiempo en una historia, para su estudio se divide en tres:


  1. Tiempo interno: ¿En cuanto tiempo trascurre la historia narrada? Décadas, años, días, minutos, etc.
  2. Tiempo externo: ¿En qué época ocurre la historia? Edad media, siglo de oro español, futuro lejano, etc.  ¿Cómo se determina? Pistas en la descripción de lugares, conductas, formas de vestir, etc.
  3. Tiempo de la narración: ¿Cómo nos cuenta la historia el autor?
    • Lineal: inicia en un punto de la narración y transcurre lógicamente el tiempo
    • Cronológico: el autor proporciona al lector información constante sobre como transcurre el tiempo, para que ubique los acontecimientos y para que calcule el tiempo transcurrido entre eventos.
    • Circular: inicia y termina en el mismo punto.
    • Retrospectiva: inicia con el final lógico de la historia y cuenta los sucesos que llevaron a ese final.
    • Saltos temporales: pasa de un tiempo a otro sin ninguna lógica y no lo hace a través de recuerdos sino  manejando dos planos narrativos.
    • Contrapunto: cuenta varias historias desde diferentes planos narrativos que se conectan en algún punto, ya sea por un hecho, un personaje o un lugar.


Referencias

Espinosa, S., Herrera, S. (2008). Lengua Española II. Pearson Educación.
Figueroa, A., Romero, K., Roque, A., Salvo, J., Santana, D. (s.f.). Información concreta: datos, hechos, explicaciones y opiniones. Examen de admisión a nivel superior. https://sites.google.com/site/elearning604jadak/informacion-concreta-datos-hechos-explicaciones-y-opiniones

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